Alex Castillo es padre, abuelo, activista y coordinador del Colectivo Trans-Formación, primer colectivo de hombres trans de Guatemala, con una base de aproximadamente 230 hombres trans.
Alex nunca se identificó con el sexo femenino que le asignaron al nacer, por lo que desde muy joven vivió de cerca la presión familiar y social, al punto de ser obligado por su familia a casarse como método correctivo. De esa unión nacieron sus dos hijos.
Para la crianza de sus hijos, Alex tuvo que renunciar a su verdadero yo y asumir una identidad forzada para dedicarse a cuidarlos, formarlos y mantenerlos.
Es hasta cuando sus hijos crecen y asumen su propia vida, cuando Alex retoma el compromiso consigo mismo e inicia su transición en 2013, a los 43 años.
En el marco del 28 de septiembre, “Día de Acción Global por el Acceso al Aborto Legal y Seguro”, conversamos con Alex, para traer a la conversación, las realidades de las personas transmasculinas y su derecho a decidir.
FCAM: Desde la experiencia del Colectivo Trans-Formación, ¿qué violencias se intersectan cuando una persona transmasculina intenta acceder al aborto?
Alex: Cada una de las violencias que vivimos se sostienen en el machismo y el patriarcado. Muchas de las personas que hemos sido asignadas como femeninas al nacer y que no cumplimos con la heteronorma, vivimos violencia sexual correctiva y eso se ve socialmente natural.
En este sentido, la mayor violencia viene de la propia familia y la familia es prácticamente nuestro único lugar de refugio o en donde hemos estado.
Nos han inculcado que a la familia no se le debe violentar y que a la familia se le debe respetar, y por eso, muchos hombres trans que han sufrido violencia sexual correctiva de sus propias familias, no denuncian. Además, este tipo de violencia, a nivel de las instituciones del Estado, no existe (no está tipificada) ni se documenta, solamente dentro de nuestro propio colectivo.
Datos:
FCAM: ¿Qué violencias y obstáculos enfrentan las personas transmasculinas si eligen interrumpir la gestación en Guatemala?
Alex: La primer violencia física, emocional y social, es que nos digan que, como cuerpos gestantes, en Guatemala el Código Penal sanciona de 5 años a 10 años de cárcel a las personas que se hagan y realicen un aborto.
Hay lugares clandestinos donde sí los realizan, pero aquí nos exponemos a otra violencia, porque quienes lo hacen no entienden que un hombre puede estar gestando (obviamente por la expresión física). Además, al ser lugares clandestinos, carecen de condiciones higiénicas y pueden llegar a poner en riesgo nuestra propia vida.
Entonces, es un problema bastante complejo, ya que, por un lado, estamos siendo amenazados con prisión y luego, las personas que lo practican de manera clandestina, tampoco quieren apoyar a una persona con expresión masculina que está en una situación de gestación.
Yo sumaría que, dentro de los movimientos que apoyan el aborto, lamentablemente a las poblaciones transmasculinas nos han dejado de fuera, como si no tuviéramos derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y como si gestar no forma parte de nuestras realidades.
Considero que hace falta mucha alianza, solidaridad, empatía, entendimiento y conocimiento de esta temática, para que también dentro de los movimientos que apoyan el aborto legal, puedan acuerparnos y no vernos alejados del tema.
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FCAM: ¿Qué violencias enfrentan si deciden continuar con la gestación?
Alex: La primera violencia que te toca enfrentar es que tienes que renunciar a tu identidad de género, porque el sistema de salud no está preparado para darle seguimiento a un hombre que está gestando y lo que te va a pasar es que te nieguen la atención de esa índole.
La Estrategia de Salud Integral Diferenciada para Personas Trans en Guatemala, sólo ha quedado a nivel de documentos. Es decir, no ha sido implementada y, por lo tanto, ningún servidor público va a ser tan amigable para el seguimiento correspondiente a la gestación en un cuerpo transmasculino.
Otro tipo de violencia que enfrentamos, es la económica. El desempleo que vivimos las personas trans es muy alto y al no contar con una ley de identidad de género donde los papeles se alineen con nuestra identidad, quedamos fuera del mercado laboral.
Entonces, automáticamente tenemos que renunciar a nuestra identidad de género para poder contar con una sobrevivencia, no sólo en el tiempo de gestación, sino cuando la criatura nace, porque va a tener diferentes tipos de necesidades.
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FCAM: ¿Qué cambios son urgentes para garantizar el derecho al aborto seguro y digno para las mujeres, las transmasculinidades y personas trans no binaries asignades mujeres al nacer?
Alex: Cambios en la legislación, definitivamente, pero lo más urgente sería poder trabajar de cara a la derecha. Esto es bastante complejo en países corruptos como Guatemala, en donde la derecha tiene el poder y legisla para que en lugar de disminuir o eliminar las penas por aborto, se incrementen.
Es un cambio muy difícil y también urgente, para que toda persona con capacidad de gestar pueda decidir sobre su cuerpo.
FCAM: ¿Qué vacíos legales existen en torno al acceso al aborto para personas trans?
Alex: Vacíos legales en el país existen para todes. En el caso de las realidades transmasculinas lo que hace falta es que conozcan nuestras necesidades:
También es importante tener el acercamiento con el feminismo, con los grupos a favor del derecho a decidir, para tener este tipo de acuerpamiento que los hombres trans no hemos tenido.
Fuentes:
Entrevista brindada por Alex Castillo a FCAM Foundation.
France 24. 29 abril 2022. “La mayoría de los cuerpos gestantes transmasculinos que hay son por violencia y no por decisión propia”.
Estudio exploratorio de hombres trans, 2019. Colectivo Trans-Formación